Entrevista: “Los escolares piden mayor uso de dispositivos móviles en la sala para apoyar su aprendizaje”

Entrevista a El Mercurio, a propósito de estudio internacional que detecta demandas de estudiantes por una incorporación efectiva de los móviles al aula.

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En Chile, de a poco surgen iniciativas que aprovechan estos equipos en clases. Para tener éxito se necesitan metodologías creativas y profesores que motiven lo suficiente como para que sus alumnos no se desconcentren. 

Publicado en El Mercurio. Por Margherita Cordano.

Roberto Flores no pregunta a sus alumnos si alcanzaron a copiar la materia antes de borrar la pizarra. Para advertirles de esta acción, lo único que les pide es que saquen sus celulares. Entonces ellos entienden que deben tomar fotos de aquello que no quedó en sus cuadernos.

“Es especialmente útil cuando hay dibujos o diagramas que aprender. En vez de gastar el tiempo copiando todo, podemos prestar atención a la explicación del profesor y entender de qué se trata lo que nos está mostrando. Más tarde la foto sirve para repasar”, explica Carla Contreras, estudiante de 3° medio del Liceo Senda del Saber de Puente Alto, donde Flores enseña Lenguaje.

Carla también es una de las estudiantes representadas por un estudio estadounidense que investigó la disposición de los escolares a usar dispositivos móviles en la sala de clases como un apoyo para aprender.

El estudio de Pearson Education -que incluyó a 2.252 escolares de 8 a 18 años- consultó a los jóvenes su visión en cuanto al uso de teléfonos con conexión a internet, tabletas, híbridos (mezcla de tableta y computador personal) y laptops.

En 9 de cada 10 casos, los alumnos manifestaron estar confiados de que las tabletas van a cambiar la forma de aprender en un futuro cercano. El 89% dijo que usar estos dispositivos vuelve el aprendizaje más entretenido y el 82% cree que sería una buena idea cambiar ciertos textos impresos por algunos digitales.

“En vez de usar diccionarios, la tecnología permite buscar en internet el significado de palabras difíciles de forma más rápida”, ejemplifica Benjamín Huerta, compañero de Carla. Se trata de una práctica común para él, ya que en las clases de Roberto Flores -quien fue premiado por la Red de Profesores Innovadores del portal Educarchile- la tarea se realiza de forma constante.

Oportunidades

“El estudio es absolutamente replicable al país, por dos razones. Primero, porque de acuerdo al Censo de Informática Educativa de Enlaces 2013, en Chile tenemos alta penetración de dispositivos móviles con capacidades de conexión a internet en nuestros estudiantes. La mitad de ellos tiene un teléfono inteligente”, indica Hugo Martínez, director pedagógico de Eduinnova, grupo de la U. Católica dedicado a la investigación en procesos de innovación educativa.

“Segundo, los escolares usan transparentemente estos dispositivos para muchas de las tareas que hoy se solicitan en la escuela por medios tradicionales: realizan cálculos, buscan información, acceden a enciclopedias o a textos de referencia, por lo que su uso en la sala de clases sería casi obvio”.

Los datos de Pearson indican que al 63% de los encuestados les gustaría tener más oportunidad de usar sus celulares en clases. “Es lo que viene. En regiones como Asia existe un enorme alza, con el mercado del mobile learning (aprendizaje móvil) creciendo de forma muy acelerada”, indica la estudiante de bioquímica Konal Dadlani.

Como una de las creadoras del proyecto Lab4U, Dadlani ha podido ver por qué un teléfono bien utilizado puede traer enormes beneficios en el aula. Su iniciativa aprovecha los sensores incorporados en los teléfonos inteligentes para recrear instrumentos que se utilizan en laboratorios, por ejemplo.

“Con el acelerómetro puedes experimentar en torno a la física, aprender de caída libre, movimiento de péndulo o gravedad. Muchos no lo saben, pero el celular también tiene un magnetómetro que permite hacer estudios de campo magnético. Si bien todos están usando estas funciones para juegos y navegación, pocos lo hacen para aprender de ciencias”, plantea.

En colegios como el Santa Joaquina de Vedruna (Puente Alto) las aplicaciones de Lab4U -iniciativa que en noviembre representará a Latinoamérica en el Intel Global Challenge, que se realizará en California- se han utilizado para ver prototipos del sistema solar en realidad aumentada o para agrandar imágenes y así transformar el celular en una especie de microscopio portátil (ver foto).

“Muchos profesores creen que es un riesgo dar acceso a internet a los alumnos en hora de clases, porque es fácil que se distraigan. Y en ciertos casos puede que tengan razón, pero se trata de estar alerta y buscar generar metodologías creativas que motiven lo suficiente como para que se mantengan concentrados”, indica Flores.

Hugo Martínez concuerda: “Existen demasiadas experiencias que indican que el solo acceso no asegura el cumplimiento de objetivos pedagógicos, por lo que es importante definir con anterioridad la estrategia de contenidos, capacitación y uso curricular para asegurar impacto”.

Esto es especialmente importante si se toma en cuenta un dato de la investigación estadounidense que señala que el 65% de los estudiantes de enseñanza media creen tener mayor conocimiento tecnológico que sus profesores.

“Probablemente los estudiantes siempre serán más hábiles que los docentes en el uso instrumental de los dispositivos tecnológicos. Esa brecha no debe sorprendernos ni preocuparnos mayormente; es natural. Sin embargo, los docentes deben estar preparados para detectar las oportunidades que estas habilidades les entregan y aprovecharlas al momento de diseñar experiencias de aprendizaje. En este punto nos falta aún mucho camino en Chile. No se trata solo de más y mejor capacitación, sino de generar estrategias que acompañen a los profesores en el diseño y planificación de sus clases con tecnología, aportando en la innovación de sus prácticas”, cree Martínez.

En cifras

77%
de los alumnos hombres en cursos de básica manifestó querer usar más dispositivos móviles en el aula. Un 65% de las mujeres dentro de esa categoría dijo lo mismo.

8 de 10
estudiantes de entre 8 y 18 años creen que la frase “usar tabletas en la sala de clases me ayuda a aprender de mejor forma” es certera.

51%
de los encuestados piensa que es importante que los colegios provean a cada estudiante de un computador personal para aprender.

Fuente: Pearson Student Mobile Device Survey 2014

Publicado en El Mercurio. Por Margherita Cordano.

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