Indice de Desarrollo Digital Escolar. ¡El desafío de los usos!

El viernes pasado, el Programa Enlaces del Ministerio de Educación entregó el Índice de Desarrollo Digital Escolar (IDDE), que se genera a partir del primer Censo de Informática Educativa realizado en el país, durante el segundo semestre del 2009.

Los resultados son interesantes.

A nivel de infraestructura, a pesar de los esfuerzos realizados en inversiones en equipamiento informático, persiste en nuestro sistema escolar un conjunto de diferencias importantes en la disponibilidad de tecnologías (computadores, Internet) entre los establecimientos escolares, dependiendo de su dependencia administrativa.

Los profesores más jóvenes tienden a a utilizar con mayor frecuencia las tecnologías para sus actividades docentes, lo que confirma que la diferencia generacional se correlaciona con la adopción de las nuevas herramientas digitales.

En el ámbito de los usos pedagógicos, sin que haya muchas diferencias por dependencia administrativa, el dato señala que menos de la mitad de los establecimientos tienen incorporada las tecnologías en la enseñanza y el aprendizaje.

Este indicador es ciertamente relativo respecto a su calificación. No existe un parámetro indiscutible, que indique qué porcentaje del tiempo escolar disponible, es el adecuado en que debieran enriquecerse las actividades educativas con recursos digitales.

Pero hay datos preocupantes. El 45% de los establecimientos usan menos de 10 horas a la semana el laboratorio de computación para hacer clases.

Obviamente, las limitaciones de infraestructura impiden un uso más frecuente. Sin embargo, en el caso de los establecimientos particulares subvencionados y particulares pagados donde existe una mejor dotación y acceso, los niveles de uso pedagógico no son mucho mejores.

Este no es un desafío tecnológico, es un problema pedagógico. Incrementar los usos de estos recursos en el ámbito escolar se relaciona con articular eficientemente las oportunidades que ofrecen las tecnologías, con las necesidades educativas de los estudiantes y los desafíos didácticos de los educadores.

Se requiere contar, entonces, con modelos pedagógicos que permitan incorporar el uso de los recursos digitales a la enseñanza y aprendizaje del lenguaje, las matemáticas, las ciencias, etc. Estos modelos debe considerar contenidos y recursos, como así mismo, secuencias didácticas que faciliten la planificación, el liderazgo y la mediación pedagógica del docente.

Sin una adecuada capacitación y acompañamiento a los docentes, los modelos tampoco impactarán efectivamente en el uso de las tecnologías para el aprendizaje y la enseñanza.

Chile ha realizado una significativa y persistente inversión en tecnologías digitales para la educación. El Índice de Desarrollo Digital Escolar del MINEDUC así lo demuestra. Es hora de rentabilizar y sacar provecho de estos recursos. No enfrentar el desafío de los usos pedagógicos, sería correr el riesgo de perder este esfuerzo.

Post publicado en Blog de La Tercera.

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